lunes, 14 de abril de 2014

Los Pobladores Retomamos El Protagonismo

Luis Aravena 
Coordinador General de la 
Corriente Popular de Pobladores
CPP
El desarrollo de un movimiento de pobladores progresista y de un nuevo carácter, de carácter revolucionario, es decir, que rompa con las viejas formas de organizar y relacionarse con los sectores populares, es una necesidad cada vez más urgente, no es fácil y nunca lo ha sido de desarrollar. La dificultad de esto se debe a que nos enfrentamos a poderosos enemigos que buscan impedir este desarrollo de las organizaciones populares, que rompan con las formas establecidas y fomentadas desde la institución que representa a empresarios y sus intereses, más aún, temen de sobremanera el desarrollo de las ideas progresistas y revolucionarias y que no sólo se quede en la repetición de las caducas formas de organización social, sino que le temen a las ideas y formas de organización que enseñen a comprender la importancia de los pobladores, de su poder a la hora de defender sus propios intereses y no como se ha dado hasta ahora, que es fundamental defender intereses de empresarios, grupos económicos monopólicos y trasnacionales con el apoyo de políticos afines a estos mismos empresarios y con ello sus formas de pensar y actuar, es decir, con un menosprecio de amplios sectores empobrecidos y populares, que sólo nos ven como carne de cañón y mano de obra barata. Estos sectores políticos pro empresariales que dominan hoy en las poblaciones, temen a una nueva forma de organización que sobrepase las demandas puramente reivindicativas y comiencen de manera seria a exigir las demandas políticas que hoy cada vez se escuchan y plantean con más fuerza, como lo es la demanda de una Nueva Constitución, demanda que se expresa en el llamado a una Asamblea Constituyente con Protagonismo Popular, que es contraria desde el inicio a otras propuestas que surgen desde los círculos de poder empresarial, donde se quiere hacer ver que los pobladores, no podemos participar en la construcción de una nueva Constitución, es decir, menosprecio absoluto y desde este plantean que deben ser los mismos, que solo representan a una minúscula parte de los Chilenos, y son ellos quienes deben decidir por todos nosotros.

Estos sectores poderosos no son nuevos, son justamente los sostenedores de un sistema caduco, caduco para los intereses populares, pero activo, vivo y profundamente insertados en los sectores populares, en las poblaciones, campamentos, comunas rurales, en cada sector de nuestro país. Ahí aún se da y manifiesta un estilo de trabajo propio de dirigentes formados a la antigua, es decir, formados en la resignación y acostumbrados a cumplir tareas menores: Entregar certificados de residencia o coordinar la campaña contra las garrapatas, denunciar a los jóvenes revoltosos; realizar el trabajo de “sapeo” de traficantes o ladrones de poca monta. Todas estas tareas son más propias de un funcionario municipal, Carabinero o PDI, que de un dirigente de pobladores, pero es así como se quiere moldear a los dirigentes de pobladores.

Es verdad, que el actual nivel de la mayoría de los dirigentes de organizaciones sociales, sean Centros Culturales, Centros de madres, Juntas de Vecinos, Uniones Comunales, Clubes Deportivos, Etc., es deplorable, donde muchos dirigentes sociales, quedan en la disputa de pequeñas regalías dadas desde las municipalidades o de algún organismo del gobierno de turno, pocas veces, lo que se obtiene es, a consecuencia, una comprensión de la importancia de la organización política, de trazar y luchar con objetivos claros a conseguir.

Debemos enfrentar a los sectores de poder, interesados en impedir que los sectores populares formemos y desarrollemos superiores formas de organización, ya que esto, significará que comprendan la importancia de la unidad de clase. Es errado pensar que en los sectores populares no se da la lucha de clases, es descarnada, al punto que se busca esconderla para impedir su desarrollo, llegando incluso a duras represiones abierta y en muchos otros casos, una sutil pero efectiva dominación a partir de las ideas y la componenda, el acomodo y la compra descarada de dirigentes, llevándolos a la corrupción a partir de pequeños “regalos”, y una vez acostumbrados a estos pequeños beneficios, corromper desde dentro las organizaciones de pobladores (esta receta se aplica también en otros sectores, como lo es, el Sindical).

Las organizaciones sociales de pobladores, no deben sólo cumplir funciones asistencialistas, para eso están las propias Municipalidades, los organismos de poder, los partidos políticos que sirven como apaga fuego y contenedores del descontento popular, esas formas de trabajo social ya han demostrado con creces sus limitaciones, no desarrollan organización progresista y que revolucione y con ello ayude a mayores y mejores niveles de politización, es decir, que ayude a que los pobladores comprendan su importancia en el desarrollo de nuevas y mejores formas de estructura como país y que ayuden a terminar con las injusticias sociales.

Se hace necesario combatir en el movimiento social, pero para ello necesitamos fortalecer esta Corriente Popular de Pobladores, para salir de la actual realidad de este movimiento alicaído y asistencialista, para comprender y conocer cuáles son los mecanismos por los que se rige y para organizar las formas de superar la actual realidad institucional. Además, se debe analizar y aprender del rico legado de organizaciones sociales populares que han comprendido y utilizado distintas formas de organización, donde un buen aprovechamiento de los pocos resquicios legales existentes, junto a una conducción progresista, permiten fortalecer las organizaciones de Pobladores, que a partir de su trabajo en los sectores populares, se hacen de una rica y vasta experiencia, pero que no se reproduce de manera espontanea, sino que a partir de la constancia en el trabajo territorial. Siempre existen los elementos externos, pero más que ellos, se hace sumamente importante el compromiso, la comprensión de la importancia del acumulado territorial. En las poblaciones viven los jóvenes que estudian en liceos, colegios y universidades; viven, los obreros, con sus penurias y necesidades con sus ilusiones y aspiraciones de fuerza creadora; en las poblaciones viven los cesantes y sus rabias contenidas, sin orientación ni salida visible para sus pesares, sin comprender quienes son los verdaderos culpables de su cesantía; En la población viven, las mujeres que todo lo aguantan, que luchan por mantener una familia, que el sistema y sus falsas ilusiones rompe cada día a pedazos, la mujer que lucha por romper la secular forma de dominación, que busca no sólo ser una reproductora de la vida, sino que un ser que aporta, da ideas y lucha por una nueva forma de organizar la vida social; en las poblaciones viven los emigrantes de las comunidades de los pueblos originarios, Mapuche, Rapa Nui, Atacameños, así como representantes de pueblos de otras naciones, que buscan mejorar sus condiciones de vida, pero que a la vez, tratan de mantener contacto con sus raíces, formas y costumbres; en las poblaciones encontramos infinitas oportunidades de fortalecer la organización de nuevo tipo que revolucione todo, por eso la Corriente Popular de Pobladores es una verdadera punta de lanza para llegar a los más diversos sectores de nuestros pueblos oprimidos, ahí es donde debemos fortalecer una potente organización de clase, que dé respuesta a la necesidad de luchar por mejores condiciones materiales e intelectual, donde se asegure el libre acceso al conocimiento, que sólo se conseguirá derrotando las viejas formas de dominación.





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