lunes, 14 de abril de 2014

Por El Derecho A La Vivienda

Todos sabemos, a través de experiencia propia, como son las postulaciones a un subsidio para la vivienda, como hacemos el proceso para obtener un documento y no hay postulaciones para una casa como tal, todo esto de acuerdo con la lógica de mercado, donde todo es negocio y más negocio. 


El Estado, desde la instalación de la dictadura militar hasta hoy, pasó de ser un Estado de Derechos a un Estado Subsidiario, con jugosas ganancias para los empresarios, ya casi sin obligaciones tributarias a diferencia de la mayoría de los chilenos.


La lucha por el derecho a la casa propia parte desde antes de los años 50, de hecho en tiempos de Allende, se postulaba para la casa propia y el Estado jugaba un rol social muy importante, con una planificación de construcción de viviendas sociales que cubría gran parte de esta necesidad de los chilenos, los cuales no contaban con los recursos para adquirirla a precio contado y se entregaban en pago con dividendo mensual, fijando el 10% de la renta como máximo para el pago de estos. Los planes de construcción eran financiados por el estado con 0,5% de interés para la población. Hoy todo esto ha cambiado y sólo se postula a un papel llamado subsidio para la vivienda, sea usada o nueva, donde el postulante debe buscarla en el sector privado, para luego ser financiado por los bancos usureros a través de un crédito hipotecario a 20 o 30 años para cancelarlo con tasas de interés altísimas donde llegas a pagar casi 4 veces el valor del inmueble. También, la mayoría de los postulantes queda fuera de este subsidio, ya que los gobiernos no tienen planes para solucionar el déficit de casi un millón de viviendas en el país que carecen las familias.


Nosotros desde como Corriente Popular de Pobladores (C.P.P.) proponemos;

  1. El derecho a la vivienda digna y de calidad al precio costo para quienes lo necesitan.
  2. Que el Estado debe cumplir un rol fundamental en la construcción y entrega de viviendas sociales.
  3. El Estado y los gobiernos deben crear las condiciones para resolver el problema de la vivienda financiando directamente, sin la intervención del sector privado.
  4. Estas viviendas deben ser canceladas de acuerdo a la capacidad mensual de pago de cada familia.


De esta forma se evitaría un pago de sobreprecio a las inmobiliarias y los abultados intereses usureros de los bancos que a veces superan 3 o 4 veces el valor del costo real, ya que solo con el subsidio actual que tiene el postulante más el ahorro de la libreta bastaría para la construcción de una vivienda. Este subsidio es de casi 12 millones de pesos sin contar con el subsidio que el Estado regala a las empresas constructoras. Así, el Estado se ahorraría miles de millones de pesos y solucionaría el problema habitacional, sin embargo esto sólo será posible organizando a las familias en los sectores populares para exigir con lucha y movilización este elemental derecho. Sólo imponiendo una Asamblea Constituyente para elaborar una Nueva Constitución para los trabajadores y pueblos desde cada reivindicación concreta, en este caso el derecho a la vivienda o casa propia, y que el Estado vuelva a ser un Estado de derechos sociales y no subsidiario del empresariado, lograremos un Chile para las mayorías.




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