domingo, 11 de mayo de 2014

REFORMA AL BINOMINAL: OTRO DE LOS CAMBIOS QUE NO SON CAMBIOS



Esta reforma, que es en la práctica un simple volador de luces para esconder los problemas reales que padecemos los trabajadores y demás sectores populares, no cambiará en absoluto el carácter anti-democrático, anti-popular y anti-patriota de este parlamento y sus gobiernos neoliberales serviles a los intereses económicos y políticos al gran capital nacional y extranjero.

Mientras debaten sobre este maquillaje, por debajo se esconde la cruda realidad de los compatriotas en el norte de Chile quienes continúan viviendo a la intemperie, en carpas y casas de cartón, de igual manera los pobladores de Valparaíso, quienes han sido olvidados y poco a poco ha pasado a segundo plano y nadie de las “autoridades” se acuerda ni quiere acordarse, porque no tienen una solución definitiva a estos chilenos sencillos y así continuaran esperando otra y otra solución parche. Para ellos, desde el gobierno, es más importante instalar más diputados y senadores, que afiancen aun mas esta institucionalidad deslegitimada por el pueblo, que solucionar los problemas reales de las masas populares que viven un infierno, ya sea por desastres naturales o por la negligencia de un sistema que no siente y no le interesa las desgracias de su pueblo, ya que el único interés que lo mueve es la ganancia económica en medio inclusive en estos eventos catastróficos.

Al aumentar la cantidad de diputados y senadores nada cambiara, será más de lo mismo, no cambiara nuestra calidad de vida, seguirá siendo miserable para la inmensa mayoría de los chilenos sembrada de injusticias y carencias, con sueldos y pensiones miserables, una salud, educación, vivienda con menos derechos y de peor calidad, ya que se aumenta la cantidad de “representantes” en ambas cámaras, pero los métodos de participación en elecciones seguirá siendo excluyente y anti-democrático, seguirá siendo el mismo, en palabras simples, cambia la cantidad de diputados y senadores pero la calidad de estos seguirá siendo desastrosa. Además, esta reforma significará un gasto adicional al Estado, ya que tendrá que destinar más recursos económicos para pagarles los jugosos sueldos a todas estas vacas sagradas mal llamados “servidores públicos” que son servidores de los intereses empresariales y que, al ver sus bolsillos, sabemos que son sus intereses también.

Cuando nos dicen que esta reforma tiene costo cero al país, es totalmente falso, es como si un empresario contratara un 30% de personal y no incurriera en un gasto adicional; el mentir y engañar es una de las mayores virtudes de los representantes de este sistema explotador, en este caso, de los voceros de la “Nueva Mayoría” (que de nueva y de mayoría no tiene nada, ya que siguen siendo los mismos de siempre y ganaron solo con un 25% de los electores). Al agregar los 34 diputados y los 12 senadores son aproximadamente $476 millones en diputados y $288 millones en senadores, equivalente a un gasto extra mensual de $763 millones, consistiendo en un gasto extra anual de $9.156 millones; esto partiendo de la base que cada diputado gana $14 millones y un senador $24 millones de pesos mensuales aproximadamente.

Lo que aquí se necesita es un verdadero cambio constitucional, que nazca desde y para los trabajadores y los pueblos de Chile, a través de una gran Asamblea Constituyente Autoconvocada tenemos que barrer con la constitución del ´80, impuesta por la dictadura militar encabezada por Pinochet y maquillada por los mismos que hoy, en este nuevo periodo, pretenden hacernos creer que cambiaran el modelo económico y político que tantos dividendos les ha dejado en sus bolsillos, debemos avanzar tras una nueva economía para refundar Chile, un nuevo sistema electoral y ley de partidos políticos, lo que hoy existe está hecho para conservar el orden establecido, el modelo económico y el duopolio de los partidos que lo representan, es decir, la vieja derecha representada por la Alianza y la Nueva derecha ayer llamada concertación y con, con falsos comunistas en sus filas, llamándose nueva mayoría. Ambos conglomerados políticos, que se han alternado en el gobierno en los últimos 40 años, son parte de los grandes grupos económicos tanto del capital financiero especulativo, sistema que está en contraposición a los intereses de los trabajadores y demás sectores oprimidos.



Valdemar sanhueza

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