El tema de la
flexibilidad laboral en Chile, ha estado presente durante muchos años, por una
parte los grandes empresarios y los comités técnicos de los gobiernos (tanto de
la concertación como de la alianza) han propuesto aumentar la flexibilidad
laboral, con el fin de dinamizar el marcado del trabajo, argumentando que la
legalidad actual es muy “rígida”. Lo que
ellos buscan es acabar con los pocos derechos que aun mantienen los trabajadores
(los cuales fueron conquistados con años de lucha), reducir la estabilidad del
empleo, la duración del contrato, alargar o acortar la jornada laboral
dependiendo de sus necesidades (la de los patrones) y no de las nuestras. ¿Qué
calidad de vida es esa?
La
flexibilidad laboral, se puede definir como un sistema empresarial de
utilización y organización del trabajo; ”Como
el conjunto de estrategias empresariales de utilización de los recursos humanos
y en particular del tiempo de trabajo, es decir, la flexibilidad laboral como
un fenómeno empresarial caracterizado por la innovación en la forma de
contratar, utilizar, organizar y administrar el trabajo.” [1]
La flexibilidad laboral, significa para los
trabajadores un impacto en lo personal y lo social, que determina nuestras
vidas la salud, la calidad de vida familiar y la calidad del descanso, del uso
del tiempo no trabajado. Nos vemos obligados a trabajar en las condiciones que
ellos nos impongan, solo con el fin de aumentar sus ganancias (las de los empresarios)
y así reproducir el sistema capitalista.
La
flexibilidad laboral, tiene dos motivos principales, uno es el de la adaptación
a las variables de la producción y del mercado, y el otro el ahorro de costos
para la empresa. El primer caso se expresa en la subcontratación, es decir, los
trabajadores externos (contratados por empresas de la subcontratación, como la
empresa complementos, outsourcing, etc) con condiciones de trabajo precarias e
inestables. Según cifras del ministerio del trabajo un 35 % de los trabajadores
asalariados del país (1.200.000), y la gran mayoría de estos con contratos a
plazo fijo, con una gran rotación de personal, nulo derecho a sindicalización y
menos a negociación colectiva.
[1] Flexibilidad laboral en Chile: las empresa y las personas, Departamento
de estudio Dirección del trabajo, octubre 2004.
El proyecto de ley incluye, que los
trabajadores y la empresa, pacten libremente si se aplica o no la media
jornada, con el respectivo recorte de sueldo, es una burla.
Para frenar esto,
y para conquistar los derechos perdidos, la única salida es la organización y
la lucha, en los sindicatos poniendo en
base nuestros intereses como trabajadores y por la absoluta unidad para
enfrentar la arremetida de los patrones y sus representantes políticos la
alianza y la concertación.
Frente a esto, desde la CORRIENTE
SINDICAL PROLETARIA proponemos:
- La
eliminación de la subcontratación, es decir, proponemos que los
trabajadores sean contratados directamente por la empresa en la que
trabajan.
- Reducción de
la jornada de trabajo a 8 horas diarias, y a 40 horas semanales. Sin
recorte de sueldo.
- Eliminación
del trabajo nocturno, contratando al personal que cumple esas funciones en
jornada diurna.
- Para los
trabajadores del comercio y retail, el día domingo de descanso
obligatorio.
- Frente a la
crisis: que el Estado expropie a las empresas que quiebren, PARA QUE NO SE DESPIDA A NINGÚN
TRABAJADOR, por una crisis que no provocamos nosotros, sino los
capitalistas.
¡¡QUE LA CRISIS
LA PAGUEN LOS RICOS!!
¡¡SOLO LA LUCHA
NOS DARÁ, LO QUE EL PATRÓN PRETENDE NEGAR!!
Cesar, trabajador de
JUMBO.
(CORRIENTE SINDICAL PROLETARIA - CSP)
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