Gran parte de los candidatos, algunos
arropados de figuras televisivas y musicales, otros en la zona sur del país,
algunos en familia, etc. este jueves, a tres días de que se realicen las elecciones
presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales, cerraban
prácticamente en paralelo, las campañas de los abanderados que compiten por el
puesto de la Moneda y por unas migajas de la torta neoliberal. Con esto llega a
su fin una campaña que, una vez lista con sus nueve candidatos definidos, en lo
esencial, no mostró sorpresas. Discursos más, discursos menos, promesas
más, promesas menos, cada uno con su acento y desde sus circunstancias, algunos
con toda la demagogia, otros con altas dosis de oportunismo, todos coinciden en
dos principales cosas: Primero, todos dicen ser los “salvadores” de los
trabajadores y los pueblos, todos, desde su visión alejada de la realidad, aseguran
tener la varita mágica para terminar con la explotación, el saqueo de nuestros
recursos naturales y la desigualdad social en Chile. Segundo: Todos,
absolutamente todos los candidatos, hacen un fuerte llamado a votar en las próximas
elecciones; llaman a “participar” y a que no nos quedemos “callados”, llaman a
no dejar que “otros decidan por nosotros”, incluso llaman a no dejarles la
política a los políticos de siempre (…) en síntesis, lo que buscan estos
candidatos y, fundamentalmente las dos principales representantes del
neoliberalismo chileno (Bachelet y Matthei), es que todos nosotros, los
trabajadores, pobladores, dueñas de casa, estudiantes, en fin, todos, dejemos
la movilización y nos metamos en las urnas a validar esta institucionalidad que
nos ha atropellado durante décadas. Hoy día, cuando los dos conglomerados políticos
que se han alternado en el gobierno, es decir, la Alianza (la vieja derecha) y
la concertación hoy llamada Nueva “Mayoría” (nueva derecha), más el parlamento,
el congreso y todas las principales instituciones del país gozan, desde hace muchísimos
meses, del total rechazo por parte del pueblo, pretenden hacernos creer que
votando, que validando la institucionalidad lograremos avanzar en las demandas
populares. Hoy día, cuando el escenario político nacional es más qué propicio
para la organización, para la construcción, en unidad con todos los sectores
descontentos, de un gran proyecto democrático y popular, que nazca y defienda
los intereses de la clase obrera, pretenden hacernos creer que metiéndonos en
sus urnas y votando podremos terminar con el abuso y el robo. Hoy día, cuando están
todas las condiciones dadas para avanzar, con toda la fuerza de la
movilización, tras una gran asamblea constituyente con absoluto protagonismo
popular y conquistar una nueva constitución que sea favorable a los intereses
populares, pretenden hacernos creer que metiéndonos en sus urnas y votando,
terminaremos con la constitución fascista del ´80.
Afortunadamente, los
esfuerzos de aquellos que tratan hacernos creer que participar en política es
solo votar por tal o cual “mesías”, no han rendido frutos. La gente sabe que en
estas elecciones nada cambia votando, las promesas huecas de los candidatos no
encuentran un oído receptivo en el seno de nuestro pueblo, todos sabemos que NO
queremos más de lo mismo y que dentro de los marcos institucionales nada
podemos hacer, sabemos que nada podremos cambiar “desde adentro” como procuran
algunos ilusos.
El tema es que la fiebre electoral va a pasar, aquellos aparecidos
caudillos estandartes de la libertad y la igualdad, una vez terminado el
proceso electoral, nuevamente sacaran cuentas de cómo les fue en su negocio y
comenzará una nueva etapa con un gobierno que nuevamente estará al servicio de
los empresarios nacionales y extranjeros. Y, una vez pasada esta fiebre de
ofertones y propuestas de analizar como cambiar las cosas y los de siempre vuelvan
a encerrarse a seguir orquestando el saqueo y la malversación desapareciendo de
las calles, nosotros, los trabajadores y el pueblo, tenemos un solo camino a
seguir: Organizarnos y dar la pelea contra la nueva administración neoliberal
que se nos viene encima, debemos trabajar en unidad, inclusive con aquellos que
creyeron y trabajaron con candidaturas “alternativas” porque juzgaron que era
lo correcto, eso no es relevante a la hora de organizarse y combatir al enemigo
común, no estamos para profundizar en divisiones artificiales en el pueblo, todo
lo contrario, estamos convocando a trabajar en forma amplia, poniendo en el
centro lo esencial, que son los intereses de la clase obrera, que es el
enfrentamiento abierto contra el gobierno pro patronal y lacayo del imperialismo,
avanzar en la construcción de una verdadera oposición popular al gobierno neoliberal
que se viene, todo aquel que se reclame desde el pueblo, de izquierda, desde la
movilización social, antiimperialista, por la soberanía nacional, etc. Tiene el
deber de organizarse y trabajar en forma amplia, en unidad. Nosotros desde el
Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria), PC(AP), junto con el Movimiento
de Izquierda revolucionaria, MIR, hemos dado un paso en este sentido,
trabajando juntos en esta grandiosa campaña por la abstención en las elecciones
de este año, y tenemos la gran tarea de continuar esta labor revolucionaria, y están
TODOS invitados a participar en forma activa en el desarrollo de este gran
proyecto, a conquistar la dignidad y un mejor destino para los trabajadores y
los pueblos.
Comité Regional Metropolitano Luis Emilio Recabarren
Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria) PC(AP)
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