lunes, 14 de abril de 2014

Sobre El Nuevo Gobierno Pro-Empresarial De Bachelet y La Designación De Francisco Huenchumilla Como Intendente De La Región De La Aaraucanía

Corriente De Solidaridad Con La Nación Mapuche
HUITRAÑE

Llevamos ya un par de semanas desde que Bachelet asume su segundo periodo a la cabeza del gobierno y ya se pueden visualizar las primeras medidas de profundización de este modelo al servicio de las minorías empresariales de Chile, donde se busca la continuidad de este Estado subsidiario, poniendo en el centro las soluciones parche y los bonos, sin atacar la médula de los problemas que acentúan la desigualdad social y los atropellos a los pueblos originarios, es decir, sin atacar el carácter neoliberal y lacayo del capital nacional y extranjero del Estado chileno. En este marco, designan a Francisco Huenchumilla como intendente de la región de La Araucanía, quien es militante del Partido Demócrata Cristiano desde 1964, fue diputado por el Distrito N°50, comuna de Temuco, IX Región en el período 1990 a 1994; integró la Comisión Permanente de Hacienda y la de Defensa Nacional. Miembro de la Comisión Especial de Pueblos Indígenas, de la cual fue presidente; y de la Comisión Especial de Servicios de Inteligencia. En diciembre de 1993 fue reelecto diputado, por el mismo Distrito N°50, período 1994 a 1998; fue primer vicepresidente de la Cámara en 1996; continuó integrando la Comisión Permanente de Hacienda y la de Defensa Nacional. Fue subjefe de la Bancada de Diputados Demócrata Cristianos. En diciembre de 1997 fue electo nuevamente diputado, por el mismo Distrito, período 1998 a 2002; integró la Comisión Permanente de Hacienda. Fue nombrado ministro secretario general de la Presidencia, en abril de 2003, en el gobierno del Ricardo Lagos; renunció al cargo, en junio de 2004. Miembro del Consejo Regional del Colegio de Abogados. Fue alcalde de la comuna de Temuco, período 2004-2008, entre otros cargos.

En síntesis (y no nos vamos a referir en profundidad a las jugosas ganancias que los reaccionarios han tenido gracias a las gestiones de la DC a través de la historia), estamos hablando de un “cuadro” político de la administración patronal de Michelle Bachelet, quien es instalado estratégicamente, y tal como tienen que actuar los cuadros del gobierno, (y como siempre, sólo con gestos y palabras) ya está intentando poner paños fríos a la movilización de los comuneros asumiendo reconocer la deuda histórica del Estado Chileno con el Pueblo Mapuche, y a renglón seguido y con todo descaro, no demora en hacer un gesto de fraternidad con los empresarios forestales, intentando generar un falso ambiente de paz, que sólo beneficiará a los empresarios, quienes teniendo como aval al gobierno, podrán seguir con la depredación de los territorios Mapuche. 

Afortunadamente, tal como lo han expresado los dirigentes y los comuneros en lucha de la Nación Mapuche, las palabras de los que han defendido desde siempre los intereses de los empresarios, y que a través de las leyes que ellos mismos han levantado, como la ley anti terrorista, han reprimido y perseguido a los comuneros mapuche, no tienen credibilidad en ninguna parte. Menos aun cuando las palabras huecas lanzadas a los cuatro vientos en tiempos de campaña por parte de Bachelet proclamando la “posibilidad” de la desmilitarización del territorio Mapuche no tienen cabida en la memoria actual de los “flamantes” recién asumidos administradores del gobierno de turno. Mientras el gobierno de la nueva “mayoría” habla de “un nuevo trato” hacia la Nación Mapuche, los allanamientos y la persecución en las comunidades no se detienen, los millonarios subsidios a las empresas forestales continúan, los montajes y los testigos protegidos siguen en la palestra a diario… nosotros, desde la Corriente de Solidaridad con la nación Mapuche Huitrañe nos preguntamos: ¿de qué nuevo trato habla sra. Bachelet?

Hoy en la agenda pública del gobierno existen diversos temas sociales y políticos orientados a intentar resolver una serie de conflictos y demandas sociales, que son asumidos como grandes desafíos (…) por parte de la administración, entre las cuales destacan las palabras de diálogo, integración, fomento de formas productivas, derechos humanos, justicia, etc. etc. etc. Para no extendernos en esta declaración pública, no vamos a ampliar el análisis de las propuestas porque, por un lado, nada de nuevo se puede sacar de estas propuestas que son las mismas que se vienen escuchando desde la supuesta vuelta a la democracia, y que mas encima son insuficientes para los intereses de los pueblos chilenos porque, como ya está planteado, no atacan la esencia del problema, no ataca al modelo económico y político. No obstante, es absolutamente necesario recalcar la urgente necesidad de continuar con las acciones de apoyo solidario hacia la Nación Mapuche, hoy más que nunca, tomando en cuenta todos los antecedentes que tenemos de los gobiernos de la alianza y la concertación (hoy nueva “mayoría”), los asesinatos de comuneros, la persecución y criminalización de la lucha Mapuche, son y han sido parte de la forma de gobernar desde la dictadura de Pinochet hasta nuestros días. Sumando a todo esto los nuevos antecedentes que estamos visualizando, las movidas políticas y los “voladores de luces” que pretenden instalar, dándole un aire un poco “progresista” al nuevo gobierno que se instala, pero que en el fondo sabemos que no podrá dar solución a las demandas territoriales basadas en la devolución de las tierras usurpadas, no cederá y no concederá la libertad de los Presos Políticos Mapuche y no procederá a la desmilitarización del territorio Mapuche, porque no dejará de proteger a los empresarios forestales e hidroeléctricos, simplemente porque no está entre sus planes cambiar este modelo que les ha dado tantos dividendos económicos, no les interesa cambiar esta constitución que pone en el centro la privatización y entrega al mejor postor de todos los recursos naturales y da todas las garantías para el desarrollo económico de los privados, poniendo incluso a las fuerzas policiales a custodiar dichos intereses. Porque no les interesa que la constitución reconozca a Chile como un país PLURINACIONAL, donde se den las garantías correspondientes a todos los pueblos que habitan este país. 

Desde el gobierno de turno salen claras indicaciones y anuncios de defensa irrestricta a las leyes, la institucionalidad y los organismos que la protegen, en palabras simples, desde la nueva “mayoría” no se han demorado en señalar que todos los posibles “cambios” se realizarán siempre respetando el marco institucional, y nosotros sabemos de sobremanera que ese marco institucional está hecho a medida y para garantizar los intereses de las forestales, de los ricos, de los empresarios en general. Todos estos elementos nos convocan a estar mucho más preparados, mucho más comprometidos y a trabajar con mucha más fuerza en el apoyo activo, sin intervenir en las formas de lucha ni las formas orgánicas de la Nación Mapuche, desde todos los sectores consientes de la sociedad, trabajando a diario, no caer en la ingenuidad y creer que desde este nuevo gobierno de Bachelet podría salir algo bueno para los comuneros mapuche y sus reivindicaciones.

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